La fidelidad es a uno mismo. Ok. ¿Pero quién carajo es uno mismo? ¿Cómo y cuándo dejo de escaparme de mí? ¿Cuál de todas las máscaras soy?
El hombre deseado tiene el poder de descifrarnos, de decodificarnos.
Ahí está la falla: la respuesta está en otros. La infidelidad se hace con otros. A uno, pero con otros. ¿Por qué aún sin el traicionado sigue la traición?
P.D.: Si se detiene es por esto.
jueves, diciembre 03, 2009
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