viernes, septiembre 25, 2009

La vida está en otra parte

Eso que leés ahí arriba, más arriba, ese título en mayúsculas, no soy yo. El mundo ignora todo lo que hay detrás de una mujer infiel. Los dilemas éticos, el vacío existencial, el coraje, la vergüenza, la cobardía. Una persona que engaña es mucho más que sexo con alguien que no debe.

Ante todo, está la duda mayor: ¿Quién es el damnificado? ¿A quién se le es infiel? Porque, no seamos tontos, la víctima no es "la pareja". Al único que se puede traicionar, siempre, es a uno mismo.

Y no porque "tementísavosmisma" como dice con voz finita y acelerada Anita, la compañera frígida del gimnasio a la que la bici la complace más que el marido. La (auto, inevitablemente auto) traición nos condena a la vacilación. A estar con un pie acá y el otro allá. A no estar, a fin de cuentas.

"La vida está en otra parte", sentencia atemorizante el título de Kundera. El amor no está en el telo. No está en casa. Ni en la cena. Ni en los gemidos. No estoy.

1 comentario:

  1. perdón, pero traición tambies es resignar el amor a un amante. traición es negarse el deseo propio.

    la vida es un gradiente. si la idea es el sexo, el amor o lo que fuera, ahí tiene que estar el sosten de la convicción propia. sion, sucumbe.

    y por último, el amor está donde se siente, donde se apropie de un gesto, de un gemido, de una cama. el amor está en los organos sexuales: los cerebros, entonces, en las palabras.

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